El diario de un elefante escorpión
La órbita de mi elefante Cerrar los ojos y abrazarse. Luz. - ¿Hasta dónde llega ese dolor que parece un espasmo en letargo? ¿Ese que te persigue y parece aferrado al tiempo, como una espiral sin final? Silencio. Entonces, cuando lo pierdes de vista, es él quien te observa detenidamente, escondido esperando el momento perfecto para hacerse verbo envuelto en las vibraciones más bajas que nunca llegue a sentir. - El universo me permite, sólo en ocasiones hacerlo a un lado, camuflarlo entre sueños, entre las ganas de cambiar los capítulos siguientes de esta historia, que aunque vista desde el amor, araña mi centro, logra remover las fibras de la nostalgia y el miedo que seguramente en mi inconsciente recrean esos primeros pálpitos que cargados de un silencio desgarrador me traían a la vida. Cuando llega, cada mirada cruzada puede ser el punto de quiebre que...